SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- Las banderas hondureñas que se están vendiendo en esta ciudad , ondean en la mayoría de los vehículos, mientras el Estadio Olímpico se abrió este mediodía para que entren los miles de aficionados que asistirán a ver el partido eliminatorio Honduras-México.
Además el presidente de Honduras, Manuel Zelaya anunció por la televisión local, que los empleados públicos tienen la autorización para desaparecer de sus oficinas en horas de la tarde para que se preparen a ver este encuentro.
En las inmediaciones del Estadio Olímpico, que tiene capacidad para unos 35 mil aficionados, los del mercado negro se han apoderado del lugar ofreciendo boletos, los cuales, muchos pueden ser falsificados .
"Acuérdese que ya se agotaron los boletos, pero le podemos vender, siempre que lo negociemos arriba de un poquito del precio normal", es el saludo que hacen estos miembros del mercado negro.
También hay saturación de vendedores de camisetas de la Selección de futbol de Honduras, al igual que gorras.
Hay también carteles de los jugadores hondureños Amado Guevara, Carlos Pavón, David Suazo, que se venden a precios exorbitantes, aprovechándose de la euforia que hay entre los aficionados.
Unos mil policías resguardarán el Olímpico, ya que el optimismo de los hondureños es que se ganará frente a México, pero los periodistas deportivos se preguntan qué pasará en el ánimo de los catrachos si se pierde.
También los restaurantes están haciendo publicidad que tendrán pantallas gigantes para ver este partido, y a la par en letras menudas colocan los nuevos precios que tendrán las bebidas, que pasarán desapercibidos para la clientela que tiene los ánimos exaltados por el encuentro.
Los integrantes de la Selección de Honduras, en su hotel reciben visitas de los aficionados, a los que les firman autógrafos en las camisetas, saludan a los que creen que en casa podrían ganarle a México.
miércoles, 1 de abril de 2009
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