La pesadilla llegó a su final anoche, cuando la selección nacional cayó 0-2 contra Estados Unidos, en la última fecha de la fase de grupos. No se hizo el doble milagro, y el nivel mostrado por el equipo de Benjamín Monterroso fue más que mediocre. Guatemala le dice adiós a Sudáfrica 2010, y un nuevo fracaso vuelve a ensombrecer al deporte más popular del país.
Anoche en Denver, Colorado, fue la repetición de una película que vimos durante la eliminatoria: desorden, poco atrevimiento y una gran incapacidad para ir al frente.
Y los que esperaban que con Benjamín Monterroso se mejorara, quedaron burlados, porque no se vio nada nuevo, al contrario, se falló de forma infantil y nunca se creó una jugada colectiva que generara verdadero peligro.
Además, el seleccionador colocó a un portero con escasa experiencia en esta clase de partidos, e increíblemente dejó al margen a Ricardo Trigueño Foster, quien en los últimos dos cotejos eliminatorios jugó inspirado.
Guatemala terminó la fase de grupos tal y como la comenzó, con tristeza y con la sensación de que ni Ramón Maradiaga, ni Benjamín Monterroso tuvieron la capacidad para hacer algo diferente y darle una alegría a la afición, que en el 2008 se tragó varias decepciones internacionales, tanto a nivel de selecciones, como de clubes.
El último partido
Estados Unidos ganó ayer sin despeinarse, con un equipo lleno de suplentes y demostró que no tendrá problemas para clasificar a la Copa del Mundo. Son los mejores del área, muy por encima de México, que anoche hizo el papelón en San Pedro Sula, al caer ante Honduras.
Bob Bradley colocó un once rápido, pero que en algunos momentos dio facilidades que Guatemala no supo aprovechar.
Pero más allá de cualquier circunstancia, los estadounidenses salieron sin presión, manejaron a su antojo el partido y no dejaron que los guatemaltecos se acercaran con peligro a su portería.
Guatemala no tuvo ninguna oportunidad clara durante los 90 minutos. La más cercana fue a los 85, cuando Guillermo Ramírez enfrentó solo al portero Brad Guzan, pero el norteamericano desvió el balón al tiro de equina.
El juego de Guatemala fue tosco y se dedicó a mandar balonazos a Ramírez, quien en el segundo tiempo efectuó la función de delantero, pero no generó peligro.
En el primer tiempo, Guatemala mantuvo la esperanza de que se concretaran los dos milagros para avanzar a la hexagonal, pero ninguno de los dos se hizo realidad.
Las esperanzas las mató Kenny Cooper, al minuto 54, cuando recibió un pase a profundidad de Freddy Adu, y definió ante la salida de Ricardo Jerez.
Al 68, Estados Unidos dio el tiro de gracia, pues el mejor jugador, Adu, hizo un tiro libre magistral, que engañó al portero nacional, y marcó el 2-0.
Ni la entrada de Marco Pappa y Maynor López le cambiaron la cara a la selección. Al final, se resignaron a perder un juego en el que nunca dieron pelea.
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