Entró Valdivia y Chile lo dio vuelta: 2-1 con goles de Ponce y Suazo
Publicado el: 10 de Octubre de 2009 | 6:18 pm
MEDELLÍN.- Colombia cae ante Chile por 1-2 ante un público cercano a los 25.000 espectadores en el estadio Atanasio Girardot de Medellín.
La apertura de la cuenta se produjo a los 13 minutos, luego de un error increíble de la defensa chilena.
Primero fue Medel, que pudiendo haber tirado la pelota a cualquier parte, se devolvió contra su propia área y la perdió ante la carga de Martínez.
Para colmo, Bravo había salido absolutamente a destiempo y quedó fuera de camino, tras la falla del defensor de Boca.
Y para completar el Trío de los Tres Chiflados, cuando esa pelota cruzaba el arco, Vidal, en un intento de rechazar y apurado por Falcao, la metió dentro de su propio arco.
El gol, tan absurdo e impropio de un equipo que pretende llegar a un Mundial, es el fiel reflejo del horrible comienzo que tuvo Chile en Medellín.
Un equipo nervioso, sin fútbol, sin encontrar la pelota y al que Colombia le entra con muchas facilidades por ambos flancos de la cancha.
Y el déficit es en líneas generales: como equipo no se junta en ningún sector del terreno y en lo individual, todos los jugadores parecieran estar presos de una suerte de pánico escénico.
La mejor prueba de ello es que Matías Fernández, que casi nunca golpea, cometió una falta infantil y clarísima en medio campo, que le valió una tarjeta amarilla y la inmediata suspensión para el juego final con Ecuador.
Aún así, con una actuación tan mediocre, Chile – cuando intentó juntarse- demostró que la defensa colombiana era permeable a la llegada con pelota detenida.
De hecho, en una triangulación de Matías Fernández, Suazo y Beausejour, este llegó libre por el medio y definió muy suave ante la salida de Ospina.
SACÓ UN MAGO DE LA GALERA
Fue esa la última jugada del Mati, ya que exactamente al cumplirse la media hora, Bielsa determinó el ingreso de Valdivia.
Y el cambio de inmediato dio resultado: tiro libre del “Mago” – por una falta que le cometieron a él mismo- y cabezazo de Waldo Ponce para poner el empate.
Si el empate, a esa altura, parecía un gran premio, más lo fue el segundo que llegó casi de inmediato: otra vez la jugada nació en los pies de Valdivia, pase perfecto a espaldas de la defensa colombiana, pique de Orellana, centro atrás y cabezazo sin arquero de Suazo para mandar la pelota adentro.
Y el tercero lo pudo anotar nuevamente el “Chupete”, que recogió con un derechazo un mal despeje con los puños del arquero colombiano y Zapata devolvió desde la línea.
Como una muestra de que esta selección chilena juega al borde de la corniza, en la jugada inmediatamente siguiente cuatro delanteros colombianos enfrentaron a dos desprotegidos defensores chilenos.
Afortunadamente, esta vez Bravo respondió muy bien y Chile se fue a los camarines con una ventaja que hasta la media hora parecía impensada.
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