La Habana. Frustración y tristeza total. Es el resumen de lo que sucedió anoche tras la derrota de la Selección contra Cuba, 1-2, que no solo hizo pedazos las posibilidades de asistir a la Copa del Mundo del 2010, sino desató la cólera, llanto y decepción de los aficionados que todavía guardaban esperanzas de un resultado favorable. Y aunque hay posibilidades matemáticas, la tapa está puesta en la sepultura de un equipo que jamás encontró un nivel adecuado.
La tarde de ayer tuvo sentimientos encontrados, ya que lo que comenzó con un ambiente de fiesta en restaurantes, bares, tiendas y en miles de hogares del país terminó con expresiones que se han escuchado constantemente en las últimas décadas, llenas de fracasos.
“!No puede ser...¡”, “Qué nos pasa, por qué siempre fracasamos”, “El Pescado no estaba para nada”, “La selección de futsal hubiera hecho un mejor papel”, “No vuelvo a ir al estadio”, “mejor practiquemos otros deportes”, etc.
La decepción colectiva tuvo su punto más dramático cuando al mismo tiempo que Cuba anotaba el gol del triunfo, los trinitarios, por medio de un penalti de su mítico guía, Dwight Yorke, sellaban el triunfo contra Estados Unidos, que jugó en el país caribeño con su segundo equipo.
La pesadilla fue total, y la agonía, lenta, porque comenzó el pasado sábado, cuando el equipo de Ramón Maradiaga fue incapaz de ganar de local contra Trinidad.
Noche de terror
El estadio Pedro Marrero, de La Habana, se convirtió anoche en el teatro del terror para una selección que jamás se encontró en la eliminatoria y ayer volvió a depender de algún iluminado que se convirtiera en héroe.
La bicolor perdió ante un rival con el que nunca había caído en un partido clasificatorio, pero ayer los isleños, fanáticos del béisbol, que parecían estar muertos en la eliminatoria, con dignidad lucharon en su campo para lograr saborear un triunfo.
Improvisado
El técnico Ramón Maradiaga viajó a Cuba con la idea de cambiar su esquema, según él copando un medio campo para mitigar la ausencia de su capitán Guillermo Ramírez.
Apeló al juego por las bandas de los laterales Gustavo Cabrera y Carlos Gallardo, pero sus cualidades más defensivas que ofensivas eran evidentes, a pesar de que ambos intentaron convertirse en los generadores del combinado, apoyados en Gonzalo Romero, Marco Pablo Pappa y José Manuel Contreras.
Con los mismos errores se volvió a caer; una mala marcación del defensa Ricardo Rodríguez al jalar de la camisola a Roberto Linares terminó en un tiro penalti cobrado por Jaime Colome al cierre del primer tiempo.
Marco Pablo Pappa encontró el empate con tiro fuera del área al 79, pero al 87, como sucedió en todos los partidos en el cierre del juego, Alliani Urgelles anotó el gol de la victoria (2-1).
Maradiaga fracasó en su segundo intento por llevar a Guatemala a su primer Mundial, y ahora ni siquiera consiguió su clasificación a la hexagonal final, sino se quedó abajo del mismo rival, Trinidad y Tobago, su verdadera bestia negra.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario