La última fase para clasificar a la Copa del Mundo de Sudáfrica está por iniciar y México tiene prohibido perder ante Estados Unidos, en un duelo en el que además de los tres puntos que se disputan en el hexagonal de Concacaf, hay otras cosas en juego para el Tri.
El orgullo está en juego en Columbus, el Tricolor y los aficionados aún tienen presente la eliminación de México ante Estados Unidos en el Mundial de Corea-Japón 2002, una cuenta pendiente que los “verdes” se quieren cobrar en este partido eliminatorio.
La Selección tendrá que confirmar todas esas teorías de que al empezar a exportar jugadores a Europa elevaría su nivel. Durante mucho tiempo se habló de que al jugador mexicano le hacía falta jugar en el extranjero, sin embargo, la columna vertebral de México está integrada por jugadores que han estado o están en Europa, pero hasta ahora no se han visto los resultados.
Los estadounidenses cuentan con una “legión europea” que ha representado un mejor futbol para su selección que lo que han aportado los mexicanos que juegan en Europa.
Otro punto que la Selección Mexicana tendrá que demostrar es la superioridad en el área. Durante décadas se mencionó que México era el “Gigante de Concacaf”, pero en los últimos años esto parece haberse revertido y dejar a los vecinos del norte como los mejores de centro y Norteamérica en el ámbito futbolístico.
Los números así lo indican. México tiene más de 36 años de no derrotar a EU como visitante en una eliminatoria, el último triunfo azteca en suelo norteamericano fue el 10 de octubre de 1972.
Mucho se ha hablado de este duelo, no sólo porque es el inicio del hexagonal final de la Concacaf, sino porque se hace contra un rival que le ha tomado la medida al Tricolor, que no atraviesa su mejor momento bajo el mando del técnico sueco Sven Goran Eriksson.
Las dudas de conseguir un resultado positivo son muchas debido a un gran número de factores, principalmente a la falta de idea futbolística con el sueco y al dominio de los norteamericanos en los últimos diez partidos; eso se suman las condiciones climáticas: México deberá jugar en Columbus, Ohio, a una temperatura estimado de hasta 2 grados centígrados (mucho mejor a los -5 grados que se previeron en semanas anteriores).
Una derrota amplia tanto en el marcador como por el desempeño dentro del campo podría poner en serio peligro la continuidad de Eriksson, y se tendría que aplicar un plan B por parte de los dueños de equipos para salir de este problema, como sucedió para el Mundial de 2002, cuando Javier Aguirre vino a salvar la clasificación de un Tri que bajo la conducción de Enrique Meza hizo todo para ser eliminado.
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