Hoy, la primera prueba de fuego para Eriksson y el Tri
Hace 10 años que México no vence a Estados Unidos en su territorio
El partido de hoy de México contra Estados Unidos, en el inicio del hexagonal mundialista de la Concacaf, no define la clasificación de ninguno de los dos para Sudáfrica 2010, pero es más que eso: el orgullo mancillado de los migrantes como siempre buscará cobrar revancha por la desigualdad que viven en aquel país, con un triunfo en el futbol, donde antes los gringos se tenían que someter ante los mexicanos; está en riesgo el futuro de un director técnico considerado entre los cinco mejores del mundo y todo un país espera recuperar la confianza en su selección.
El ambiente para este encuentro está caliente a pesar de la baja temperatura en Columbus, Ohio, ya que antes del pase a la Copa del Mundo está en juego la jerarquía del futbol de la región, que hasta hace 10 años era un lujo exclusivo de la selección mexicana, considerada hasta ese entonces el gigante de Concacaf.
En Columbus –la sede favorita de los estadunidenses en los últimos años por su clima gélido que también puede jugar en contra de los mexicanos–, además pende de un hilo el futuro del sueco, Sven Göran Eriksson, a quien después de ocho meses en la dirección técnica de la selección nacional no le sonríen los resultados: tiene un 48 por ciento de efectividad en nueve juegos, con cuatro triunfos, un empate y cuatro derrotas.
Tras pasar de panzazo al hexagonal final, el Tricolor al mando de Eriksson tiene el compromiso de cambiar de rumbo y de demostrar que puede llegar al quinto partido mundialista en Sudáfrica 2010, el objetivo mínimo que la Federación Mexicana de Futbol fijó al contratar al ex seleccionador de Inglaterra por 7 millones de dólares.
Pero enfrente tiene a la selección de Estados Unidos, la que avanzó a pasos agigantados y puso en duda la hegemonía de México en Concacaf.
Aunque el representativo mexicano mantiene un dominio en 66 partidos en los que ha enfrentado al país vecino en torneos oficiales y amistosos, desde el 13 de marzo de 1999 no puede vencer a esta selección de visita.
En la historia de este partido considerado un clásico en Concacaf, el equipo nacional tiene 30 triunfos, 11 empates y 14 derrotas, pero esa ventaja que se ve en el balance global, se vuelve vulnerable con las estadísticas recientes, que indican que Estados Unidos se volvió invencible en su territorio al acumular 10 juegos sin perder, en los que tiene ocho victorias y dos empates.
La última vez que México venció a Estados Unidos de visita fue en la Copa USA de 1999, con marcador de 2-1, en la ciudad de San Diego.
Desde entonces, la representación del país vecino permanece invicta, incluso tiene dos triunfos en eliminatoria mundialista en Columbus: un 2-0 en una temperatura un grado, el 28 de febrero de 2001 luego de perder a dos de sus jugadores claves –el capitán Claudio Reyna y McBride por lesiones– y un 2-0 en una temperatura más cálida, el 3 de setiembre de 2005, que le permitió obtener un boleto en la Copa Mundial de 2006.
El equipo azteca siempre sometió a los estadunidenses en el futbol hasta 1980, fueron 46 años de dominio absoluto que hoy son un vago recuerdo.
El primer triunfo de Estados Unidos sobre México ocurrió en ese año con un 2-1, en un partido de eliminatoria mundialista que se jugó en Fort Lauderdale, Florida, pero de aquella ocasión a la fecha los roles cambiaron y ahora los estadunidenses son los rivales a vencer, a pesar de que el futbol nacional actualmente cuenta con el mayor número de exponentes en Europa de toda su historia.
Sólo nombres
Para el partido de este miércoles, Eriksson llamó a siete elementos que militan en Europa: Carlos Salcido (PSV Eindhoven), Ricardo Osorio (Sttutgart), Rafael Márquez (FC Barcelona), Giovanni Dos Santos (Tottenham), Nery Castillo (Shakhtar), Omar Bravo (La Coruña) y Guillermo Franco (Villarreal).
Además, en medio de la polémica a cuatro jugadores naturalizados: Guillermo Franco y Matías Vuoso (Santos Laguna), ambos de origen argentino y Antonio Naelson Sinha (Toluca) y Leandro Augusto (Pumas de la UNAM), procedentes de Brasil.
Aunque sólo por nombre aparentan peligro, ya que la mayoría de los jugadores en el extranjero llegarán con pocos minutos de juego en sus piernas: Giovanni dos Santos no es titular con Tottenham y la última vez que entró de cambio fue el 24 de enero contra Manchester United; por su parte Guillermo Franco apenas tiene dos juegos en este año con el Villarreal (ambos incompletos); Omar Bravo no es titular en el Deportivo La Coruña y sólo ha entrado de cambio en tres juegos del 2009 y Ricardo Osorio con Stuttgart tan sólo acumula tres juegos como titular este año (uno de Copa Alemana y dos Bundesliga).
Aparte, Rafael Márquez, del Barcelona, no se puede quitar la sombra de las lesiones y Carlos Salcido apenas empieza agarrar confianza otra vez, después de que fue cesado Huub Steven del PSV Eindhoven, quien llegó a marginarlo de la titularidad por problemas personales.
EU, con todo y estrellas
En cambio, Bob Bradley tiene dos años al frente de la selección de Estados Unidos y para este juego llamó a todas sus estrellas, desde su goleador Landon Donovan (Bayern Munich, Alemania), el mediocampista DaMarcus Beasley (Glasgow Rangers, Escocia), el defensa Oguchi Onyewu (Standard de Liege, Bélgica) hasta el portero Tim Howard (Everton, de Inglaterra).
Además, contará con el capitán del equipo, Carlos Bocanegra, el defensa del Rennes de Francia, al mediocampista de origen mexicano José Francisco Torres (Pachuca, México), y el atacante Jozy Altidore (Jerez, España).
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