El Salvador logra un empate agónico
La afición lo gritó como nunca. Un gol de tiro libre en el minuto 49 anotado por Osael Romero permitió que Trinidad y Tobago se llevara solo un punto cuando ya hacía cuentas que empacaba los tres en su maleta.
Un partido intenso fue el que jugó El Salvador. Dominó a los triniteños casi todo el segundo tiempo. Llegó, llegó y llegó pero el gol se negaba y fue hasta el minuto 38 del segundo tiempo cuando Osael Romero abrió por primera vez el cerrojo caribeño.
Hasta ese minuto, los cuscatlecos eran claros dominadores del encuentro, pero los triniteños en un contragolpe al minuto seis y otro al minuto 26 que terminó con su veterano jugador Dwight Yorke derribado en el área se fueron al descanso con un triunfo de 2-0.
Sin embargo, el resultado era engañoso, porque contrario a lo que se podría pensar de que la selección salvadoreña iba a bajar los brazos, la oncena azul se lanzó por el partido y una y otra vez llegó al área caribeña. Los centros eran fácilmente despejados por los defensas del conjunto rojo.
Y a pesar de que el primer gol se le fue de las manos a Juan José Gómez, el portero se convirtió en una de las figuras en el segundo tiempo al evitar por lo menos en dos ocasiones que los caribeños aumentaran la cuenta, una de ellos tras un nuevo penalti cobrado justo al comenzar el segundo tiempo.
Los segundos 45 minutos mostraron a un El Salvador lanzado por la victoria, no bajó los brazos y siguió tocando y tocando hasta que tras una falta al borde del área logró anotar el descuento en el minuto 38. Los tiros contra los caribeños siguieron llegando, hasta que una nueva falta al borde del área cobrada en el minuto 95 permitió que Romero nuevamente anotara, desatando la euforia en los asistentes al estadio Cuscatlán que sentían que el partido se escapaba.
El veterano jugador triniteño Yorke fue el reflejo de la frustración que embargó al equipo y fue expulsado por protestarle al árbitro mexicano responsable del encuentro.
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