POR ANTONIO BARRIOS A.
Millones de guatemaltecos aficionados al futbol pasaron ayer de la euforia a la decepción total, luego de la derrota 1-0 de la Selección de Guatemala frente a Estados Unidos, en el estadio nacional Mateo Flores.
Una vez más, la ilusión de los guatemaltecos por celebrar un triunfo de la Selección Nacional quedó frustrada después del doloroso fracaso.
Varios son los motivos del mal inicio en la fase de grupos de la eliminatoria rumbo al Mundial Sudáfrica 2010, pero lo cierto es que el país entero sufrió y quedó frustrado con el resultado.
En todo el país
Pese a los escándalos en la administración pública y la violencia que impera en el país, el juego fue el tema de conversación durante todo el día. Y por la noche, millones de guatemaltecos siguieron por radio o por televisión el partido entre el equipo guatemalteco y el estadounidense.
En Mazatenango, Suchitepéquez, decenas de fanáticos se reunieron en bares y restaurantes para observar el encuentro.
Lo mismo se pudo observar en distintos negocios de Puerto Barrios, Izabal; Quetzaltenango, San Marcos y Huehuetenango, donde los aficionados vivieron al máximo cada minuto del juego.
Molestia y frustración
La gran mayoría de seguidores de la Selección criticaron la dudosa actuación del árbitro de Surinam Enrico Wijngaarde, pero a la vez resaltaron la falta de definición de los jugadores guatemaltecos cuando tuvieron oportunidad de anotar.
La decepción fue tal que, en muchos restaurantes de la capital, varios aficionados se levantaron de sus mesas luego de la anotación del estadounidense Carlos Bocanegra, al minuto 69 del partido.
Los rostros tristes, llenos de rabia y enojo sobraron ayer por la noche, y no solo en los más de 24 mil aficionados que asistieron al estadio Mateo Flores —que en coro insultaban al árbitro caribeño—, sino también en los millones de guatemaltecos que siguieron el encuentro y que anhelaban celebrar.
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